domingo, 5 de octubre de 2014

SARAJEVO. BOSNIA.




Recorrer Sarajevo por la mañana temprano, es un auténtico placer. El despertar de la vida cotidiana comienza a dar colores y sonidos a las calles. Ver los edificios reconstruidos y las heridas de la guerra en muchas paredes de sus edificios, respirar la tranquilidad de la Plaza de las palomas y verlas alzar a todas juntas su vuelo por encima de mi cabeza....Compartir instantes únicos con Nermina Alié en su taller artesanal o en el taller del zapatero artesano que tan amablemente me enseñó todo el proceso de elaboración de un zapato único...Recuerdos de mi infancia al entrar en una tiendita donde molían el café... Observar a los lugareños en su partida de ajedrez gigante al lado de la iglesia o visitar el interior de una de las mezquitas...

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