domingo, 8 de septiembre de 2013

EL PARQUE NACIONAL DE UDA WALAWE. SRI LANKA


El día anterior había llegado al hotel cuando ya era de noche. En Sri Lanka anochece y amanece muy rápidamente. En la oscuridad, pude intuir que la ventana de mi coqueta habitación, daba al agua. No dormí mucho pero el sueño fue  profundo y reparador. A las 5 de la mañana me levanté y me preparé para mi Primer Safari. El paseo en el todoterreno contemplando como amanecía y se coloreaba de tonos rosáceos la calurosa mañana, se me hizo tan corto, que cuando me quise dar cuenta ya estaba en la puerta de entrada a este maravilloso parque. Recorrerlo parando a cada paso, contemplando la fauna que parecía salir a recibirme, sintiendo el olor de la naturaleza, el sonido de las aves, los hermosísimos paisajes que parecían bellas acuarelas, las lagunas... fue muy emocionante. 

Pero, hay un momento que jamás podré olvidar. La llegada a la laguna del elefante. Su baño matinal junto a los demás animales era tan bello, que no podía dejar de mirarlo. Su pesadez parecía leve, cuando lo veía casi flotar por las aguas. Entonces no sabía aún, lo que me quedaba por ver: las aves de colores vivos como el Martín Pescador, el vuelo del tucán, los cocodrilos, los búfalos, los pavos reales, los omniipresentes camaleones... pero sobre todo, las manadas salvajes de elefantes que se cruzaban una y otra vez en nuestro camino. Una bellísima mañana que terminó cuando ya los rayos de sol estaban bastante alto y el calor se hacía ya, bastante insoportable. Por suerte, este inigualable entorno aún no estaba lleno de turistas!!!





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